En enero 2013 fue aprobada la Ley
14 de enero 2013 N°9 para aumentar la transparencia en la etiquetas de origen de
los ingredientes y de la cadena de producción: para ayudar a los consumidores
en la elección de un producto de calidad que será también la regla de los
productos alimenticios italianos comercializados en el exterior. Esta nueva Ley en Italia viene comúnmente llamada "Salva Olio" y
también regula sanciones más severas contra la falsificación de productos
alimenticios italianos, plaga que crea cada año genera millones de euros de
perdida en el mundo por imitación y falsificación de productos o utilizo en las
etiquetas de nombres italianos pero con productos de origen fuera del país de
la Bota.
El Gobierno se propuso como meta poner un
freno a todas los actividades
comerciales engañosas, por ejemplo, todos los textos, imágenes o gráficos en
las botellas que tienen que corresponder a la verdadera origen geográfica territorial actual de las aceitunas que
compone el aceite.
"La aprobación de esta ley para la protección del aceite de Oliva de Italia es un resultado excelente y proporciona un sistema de reglas que permiten la trazabilidad de un producto virtualmente presente en la mesa de todos los italianos ", dijo Susanna Cenni, de la Asamblea Parlamentaria del Partido Demócrata y miembro del Comité de Agricultura de la Cámara, una ley fuertemente querida por los organismos italianos de Agricultura y de tutela de las empresas agrícolas cuales Symbola, Coldiretti, Unaprole e Inea.
Entre los cambios más importantes
introducidos por la nueva norma, son los límites a la presencia de "achilesteri"
(sustancias que se forman por la interacción de los diferentes ingredientes del
aceite, menos hay, mayor es la calidad del producto), la extensión el delito de
falsificación de las indicaciones geográficas en la etiqueta para aquellos que
proporcionan información falsa sobre el origen, la imposición de sanciones
adicionales, tales como la interdicción de la publicidad engañosa dirigidas al consumidor y el fortalecimiento de los métodos de investigación y
control para evitar el fraude, y, finalmente, la introducción en la etiqueta de
la fecha de duración mínima de 18 meses a partir de la fecha de embotellado.
El siguiente paso que se propone
el Gobierno y las entidades propuestas a la defensa del producto alimenticio
italiano es garantizar que las normas se apliquen a la letra y trabajar
para que estas normas de transparencia y trazabilidad en las etiquetas se apliquen definitivamente a toda la producción agrícola.
(Fuentes: documentos Coldiretti - Imagen: Etichettopoli)
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